
En la Sierra Nevada de Santa Marta confluyen dos factores relacionados con el piedemonte y la alta montaña, elementos que la hacen todavía más favorable para la alta diversidad: su proximidad al mar y su aislamiento del resto del sistema montañoso andino colombiano. Estos elementos se han mantenido durante toda su historia geológica, pero su biota actual se formó definitivamente en el Cuaternario (que comezó hace 2.5 millones de años), período en el cual el flanco norte y posiblemente el flanco occidental del macizo constituyeron un refugio de selva húmeda que continuaba hacia las cimas a través de bosques nublados, aún durante las fases áridas y secas del Pleistoceno.
En el flanco norte existe una depresión altitudinal de zonas bióticas, lo que significa que elementos del piso térmico templado se encuentran a elevaciones muy bajas. Las investigaciones más recientes corroboran que la Sierra Nevada de Santa Marta es un centro de endemismo, junto con otras 26 áreas en el país. Los grandes cambios en la cobertura vegetal y la distribución de las especies de plantas y animales durante el Pleistoceno, debido a cambios climáticos durante los periodos pleni e interglaciales, desencadenaron diversos mecanismos de especialización y diversificación de las especies.